Un espejo es una superficie lisa, generalmente hecha de vidrio, con una capa reflectante en uno de sus lados que permite reflejar la luz y formar imágenes de los objetos frente a él. Es uno de los elementos más comunes en la vida cotidiana y se utiliza tanto funcional como decorativamente.
Se utiliza vidrio flotado de alta calidad, que es completamente liso y uniforme.
Tradicionalmente, se aplica una capa de plata o aluminio en la parte posterior del vidrio para crear la superficie reflectante.
Se recubre la capa metálica con pintura protectora para evitar el daño por oxidación o corrosión.
Los espejos de calidad tienen una superficie completamente lisa y sin distorsiones.
Gracias a las capas protectoras, los espejos son resistentes a la humedad y al desgaste.
Existen diferentes tipos de espejos para adaptarse a diversas aplicaciones, desde funcionales hasta decorativas.
El más común, utilizado en hogares, baños y vestidores. Refleja una imagen a tamaño real.
Superficie curva hacia adentro. Aumenta la imagen reflejada. Se usa en lupas, telescopios y espejos de maquillaje.
Superficie curva hacia afuera. Reduce la imagen pero amplía el campo de visión. Utilizado en retrovisores y vigilancia.
Tiene un acabado que reduce la cantidad de luz reflejada y da un efecto decorativo o de privacidad.
Hecho de cristal LAMINADO. Se consigue mediante un PVB para que en caso de rotura, quede la mayor parte del vidrio adherida al la lámina de PVB.
Equipado con tecnología que puede mostrar información como la hora, el clima o incluir iluminación LED.
Los espejos combinan funcionalidad y estética, siendo esenciales tanto para tareas diarias como para transformar ambientes arquitectónicos y decorativos.